¿Cuál es nuestro Rito?
Trabajamos en el Rito Escocés Rectificado (RER), que es un rito en el espíritu más puro de la
Ley del Amor
que constituye su fundamento. Por tanto, es un rito cristiano.
Es un
rito sin dogmas, pero con referencias bíblicas muy presentes, como por ejemplo la Biblia abierta en el prólogo del Evangelio según San Juan sobre el altar en el Oriente.
La Biblia está en el Oriente, pero está orientada hacia el Occidente para guiarnos a través del maravilloso mensaje de la
Ley del Amor. Representa la luz necesaria para el perfeccionamiento de nuestros trabajos y nos recuerda
nuestra búsqueda iniciática que consiste en recuperar la
Luz Divina
que hay en nuestro corazón.
La conciencia de esta conexión con lo divino nos permite vislumbrar el camino del retorno desde la unidad a la fuente infinita de Conciencia, de Luz, de Amor y de Vida.
Es a través del trabajo simbólico de la reconstrucción de nuestro templo interior como esa parte de la
Luz Divina
encontrará una casa digna de acogerla, pero sobre todo un templo interior que le permitirá desarrollarse e irradiar para nuestro bien y el de los demás.
¿Cuál es nuestro sistema de enseñanza?
«El Hombre es por naturaleza bueno, justo y compasivo
¿Por qué se encuentra tan a menudo en contradicción consigo mismo? Estudiad seriamente la causa, es muy importante descubrirla».
Nuestro sistema de enseñanza se articula mediante una escala de grados.
El primer grado
del RER representa al Hombre en general, en su dualidad y separado de sus lazos con lo divino que hay en él. Mediante el trabajo de la piedra bruta, en la búsqueda de la luz, el Aprendiz Entrado
encontrará la vía interior que le da el acceso a la débil chispa divina oculta en lo más hondo de su ser.
En el segundo grado,
el de Compañero del Oficio,
el trabajo de la piedra cúbica evoca una búsqueda de perfeccionamiento moral que tiene en cuenta el equilibrio entre el aspecto vertical (espiritual) y horizontal (material) bajo el control riguroso de la escuadra.
Estos dos primeros grados representan el trabajo sobre uno mismo y el perfeccionamiento moral resultante. San Juan Bautista es el patrón de estos dos grados que no dan todavía acceso al santuario.
El tercer grado
marca el paso a una dimensión espiritual por el símbolo de la resurrección de Hiram en cada Maestro de San Juan. El trabajo sobre la plancha de trazar evoca una búsqueda de perfeccionamiento espiritual. El Maestro de San Juan obtiene las herramientas que le permiten trazar los planos para la reconstrucción de su templo interior. San Juan Evangelista es el patrón de este grado.
En el cuarto grado, el Maestro Escocés de San Andrés
abandona las cadenas que marcaban su servidumbre, encuentra de nuevo la palabra de Maestro que se había perdido y trabaja en la reedificación de su templo interior marcando así el retorno al Hombre original, como fue creado a imagen y semejanza del Gran Arquitecto del Universo. Es el retorno a la unidad, a la armonía con el universo. El espíritu y la materia son uno.
Esta iniciación en cuatro grados del RER muestra el camino que nos permite pasar progresivamente del estado de Hombre separado de su enlace divino al del Hombre primero.
Ello representa la apertura hacia una nueva dimensión, la de los grados de la Orden Interior: Escudero Novicio y Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa.
Este cuarto grado de perfeccionamiento simbólico es un grado bisagra que corresponde a una enseñanza iniciática coherente y completa del Rito Escocés Rectificado en seis niveles.
Este grado representa el fin de la reconstrucción del Templo Interior.